martes, 26 de agosto de 2008

¡¡OOOOOOEEE, OE, OE OE!!

Qué bueno soy, no me puedo callar, ¡esta vez no me callo! Todos los que me conocen saben que a veces peco de modesto, salvo en el curro, que se que soy muy bueno, pero esta vez es cierto. ¡QUÉ BUENO SOY!

O somos, porque, el juego era por parejas y mi hermana ayudó muchísimo a una victoria, que, aunque no reconocida por los contrincantes, ya que se nos terminó el tiempo antes de finalizar el partido, demostró que un año de clases palazo va, palazo viene, dan su fruto. 7-6, 2-6, 2-4 (y el último les dejamos ganar, jejeje).

¡Palazo!, que me tengo que comprar otra pala, que se me está rompiendo, suena, cuál elegiré, me ha dicho el profe que me traerá una algo más barata así que tengo que esperar (suerte, porque a lo mejor me saca una de doscientos y pico euros por ciento y algo), pero que no se retrase... que yo para eso no tengo paciencia, y con las hostias que le meto a la bola, se me partirá por la mitad cualquier día.

Yo hubiese preferido aprender a jugar al tenis, todavía no descarto apuntarme el año que viene después del verano a unas clasecillas, se que a mi edad, no me voy a dedicar ni a eso ni a lo otro profesinalmente, y que la oportunidad de ganar millones de euros pasa por un buen euromillonazo que te toque. La razón de no haberme apuntado a tenis, fue cómo no, Do: "A los 29 no se puede aprender a jugar al tenis". Pues tiré hacia el padel (que super pijo, osea....). No me arrepiento.

Este año, los planes son apuntarme a ranking con un amiguete, a ver si jugando todas las semanas, y complementando con las clases, podemos ganar algún partido a los jugones, o incluso ascender de grupo.

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