lunes, 6 de julio de 2009

ORGULLOSAS, de ser monas

Y es que, por mucho muchísimo que le pese a cualquier musculoca de boca de metro, una de las atracciones de la noche, fuimos Dora y yo con nuestra falda negra y larga y nuestra camisa blanca.

Atracción tanto por lo guapísimos que íbamos los dos, como por la impresión que daba en la zona hetero de Bravo Murillo-Tetuán, nuestro look por la calle abajo, cuando las marus (Dora hizo mucho menos camino desde su casa al metro que yo, que fui de mi casa a la suya andando), mirando camisa arriba y falda abajo te interrogaban con sus ojos que, refugiados de todo lo sacrílego o que se salga de lo normal detrás de esos gruesos cristales de vista cansada, no comprendían aquella visión de un hombre con una prenda tan sumamente femenina. O cuando aquellos malotes dominicanos, por supuesto, sin nada mejor que hacer que estar tirados en la calle y beber, nos llamaban "guapas", pero de lejos.

Femenina? Discúlpame nena, pero MARCIONADAS LAS JUSTAS, y es que una cosa es que saliésemos con falda, y otra cosa es que no íbamos de carnavales, simplemente nos apetecía y era una falda negra, nada ostentosa,no de tanto diseño o tan buena tela como la que luce nuestro amigo Marc Jakobs, que ya lo había propuesto en la pasarelas de este año (aunque de esto Dora y yo, no teníamos ni idea, para que veáis lo MODERNAS QUE SOMOS).

Pues eso, que la experiencia estupenda, fresquísimos que íbamos por la zona de abajo, y enseñando que, aunque llevásemos falda, no eramos como unas escocesas guarras de esas que van al aire, no. Nosotros llevábamos nuestros calzoncillos blanco nuclear, de marca y de importación, exactamente de Nueva York, que los trajo nuestra Dora.

La falda estupenda, cosida por su tía, y creo que hubo una conjunción entre las ideas de Dora y las manos para la costura de su tía (a la que espero que le llegase la felicitación que oralmente transmití a su sobri).

Con Laura, Bebe y sus respectivos... que por cierto nos los queremos agenciar, también unas risas, y al final alguna que otra foto en la que salimos hasta monos (bueno ellas siempre, es lo que tienes ser guapa, natural). Claaaaro, algunas más morenas que otras, pero qué culpa tengo yo de que tenga las piernas renegridas por el padel?

El respectivo de Diego, qué majo es, aunque... no me enteré de que era él hasta la mitad de la noche, lo que tiene esto de ser despistado natural, jejeje. Ah, y guapo también, con ese sombreriño de medio lao, jejeje.

Marci, te fuiste muy pronto, lástima, porque luego nos reímos. No conseguí al final que Verónica reconociese que ella había llevado calentadores con rallas y tacones hace unos años (aunque me enteré a mitad de la noche que no era ella la que yo creía, ya que al final me refrescó la memoria de qué nos conocíamos, jejeje, qué maja), y tampoco pude sacarle ninguna vergüenza para ir pregonándola yo en medio de la noche... que ya sabe Pepi lo que me gusta a mi contar intimidades de la gente, jejeje, pero de buen rollo.

Al final, taxi y a casa sobre las 6 de la mañana. Otro orgullo más, y otro año más en el que no salimos un gran gentío, pero los que estamos nos lo pasamos muy bien.

3 comentarios:

Dora dijo...

Genial, Da.
Aquí tengo al gallego, que también te está leyendo. Le gusta como lo haces.

Eché de menos a Marrrrrrrrrrrrrrrr.

Ya puedes ir pensando en el próximo uso de las faldas... yo propongo Ibiza.

mar dijo...

Yo también os eché de menos...
besos!
Y repito: ¡¡¡qué guapos ibáisssssssssssssssssssssss!!!!

rous dijo...

Me encanta cómo cuentas las cosas, ¿te lo he dicho alguna vez?, jaja.Mándame alguna foto que os vea, que me muero de la curiosidad. Gracias anticipadas wapo.