Ayer, el conciertazo del momento estaba por fin en Madrid.
Mónica Naranjo volvía tras varios años de ausencia y pajas mentales que la habían llevado a una retirada voluntaria del mundo del espectáculo, como explicó en su reaparición en todas las televisiones, presentando su single Europa, que pasó a ser número uno directo, dando el bombazo, y volviendo por la puerta grande.
Aunque, ayer, lo único grande que hubo en la hora y cuarto apuradita que duró el concierto, fué el palacio de los deportes, al que no había vuelto desde que se quemó, a mis tiernos veintitantos, y abarrotado de gente, esperaba un gran concierto, que nunca llegó a asomarse por allí, ¿la grandeza se la quedaría entera Madonna el Miércoles en Valencia?
Para empezar, ella, como GRAN DIVA, más que Madonna o Kilye, reconocidos mitos gays, empezó su concierto a las 22.00 de la noche, en lugar de a las 21.30 que estaba anunciado. Un frío buenas noches, y "punto en boca" hasta las tres últimas canciones, que se hicieron como cinco, ya que dió una charla de aproximadamente 15 minutos sobre lo importante que era volver, bla bla bla, y cosas por el estilo, que tampoco se oían, que ella, para cuidar la voz, habla bajito, no grita, y si no la oyen, que guarden silencio como en la escuela "en este tiempo, podía haber cantado tres canciones por lo menos" decían unos chicos justo detras de nosotros.
Bueno empecemos, abrimos con "Desátame", canción que la encumbró aquí en España, al estrellato, todos expectantes y derrochando nuestros chorros de voz, intentando alcanzar el tono que sólo ella puede alcanzar.
Una canción de su primer disco, algunas de "Palabra de Mujer", una canción de Minage... o fueron dos? Ni una de Chicas malas, cosa que no extrañó, y varias del nuevo disco, no todas, entiendo que no todas son de concierto, pero... revolución, al menos, me parece un tema muy de cierre de concierto. Ahhh, también tenemos que incluir entre las lindezas con las que nos deleito, un PLAY como una casa a su CD con la canción "Descanso", en la que ella ni salió al escenario. "Se estará cambiando de ropa..." JA!
Mónica Naranjo volvía tras varios años de ausencia y pajas mentales que la habían llevado a una retirada voluntaria del mundo del espectáculo, como explicó en su reaparición en todas las televisiones, presentando su single Europa, que pasó a ser número uno directo, dando el bombazo, y volviendo por la puerta grande.
Aunque, ayer, lo único grande que hubo en la hora y cuarto apuradita que duró el concierto, fué el palacio de los deportes, al que no había vuelto desde que se quemó, a mis tiernos veintitantos, y abarrotado de gente, esperaba un gran concierto, que nunca llegó a asomarse por allí, ¿la grandeza se la quedaría entera Madonna el Miércoles en Valencia?
Para empezar, ella, como GRAN DIVA, más que Madonna o Kilye, reconocidos mitos gays, empezó su concierto a las 22.00 de la noche, en lugar de a las 21.30 que estaba anunciado. Un frío buenas noches, y "punto en boca" hasta las tres últimas canciones, que se hicieron como cinco, ya que dió una charla de aproximadamente 15 minutos sobre lo importante que era volver, bla bla bla, y cosas por el estilo, que tampoco se oían, que ella, para cuidar la voz, habla bajito, no grita, y si no la oyen, que guarden silencio como en la escuela "en este tiempo, podía haber cantado tres canciones por lo menos" decían unos chicos justo detras de nosotros.
Bueno empecemos, abrimos con "Desátame", canción que la encumbró aquí en España, al estrellato, todos expectantes y derrochando nuestros chorros de voz, intentando alcanzar el tono que sólo ella puede alcanzar.
Una canción de su primer disco, algunas de "Palabra de Mujer", una canción de Minage... o fueron dos? Ni una de Chicas malas, cosa que no extrañó, y varias del nuevo disco, no todas, entiendo que no todas son de concierto, pero... revolución, al menos, me parece un tema muy de cierre de concierto. Ahhh, también tenemos que incluir entre las lindezas con las que nos deleito, un PLAY como una casa a su CD con la canción "Descanso", en la que ella ni salió al escenario. "Se estará cambiando de ropa..." JA!
Mucho arnés y volar por los aires para que veamos lo elástica y fantastiquísima que es, que se cuelga como si estuviera concursando en "Circus" de Cuatro. Debían de ser carísimos los arneses que compraron, ya que... no ha tenido dinero para comprar vestuario, en total dos modelos, y dudo que el segundo no sea el primero con un una falda vaporosa por encima y un broche cerrando escote.
Derrochando la voz justa y poniendo en más ocasiones de las debidas el micrófono hacia el público, para que cantasen trocitos de canción, el ambiente iba decayendo por momentos y la gente,en canciones, ya ni se movía. Así que cuando cantó amor y lujo, tres o cuatro antes del final, que fue cuando habló por primera vez, nos mandó callar porque "ella es la artista" (cosa que entiendo, no se vayan a pensar que no tengo sentido del humor, y que entendí que era una borde...), pense... "nena, pues no se nota nada, no has cantado demasiado en toda la noche". Pero botar pedía el estribillo, y ahí empezamos a dar botes todo el palacio de los deportes; para que vea lo fáciles y bobos que somos, con dos palabritas movemos el rabo y nos ponemos muy contentos.
Después de una hora, perdón, estoy mintiendo, 59 minutos de concierto, miré la hora al empezar y terminar, apagan luces, da la charlita sobre su vuelta, y cierra con "Sobreviviré".
"Ahí os quedáis, que yo me lo he llevado muerto" —debió de pensar ella—.
Con la encuesta a pie de calle y comentarios saliendo del palacio de los deportes:
En general, lo más señalado, "concierto muy flojo".
"Yo no vuelvo a venir a un concierto de esta mujer", dijo una de las personas que venía con nosotros, cosa que afirmo yo también.
Y en el KFC en el que terminamos cenando (los empleados toman drogas? porque... joder que experiencia, y no la nuestra, sino la de toda la cola), unos chicos nos dijeron indignados:
"No conecta con el público, ni siquiera lo intenta, no existe lo que ha habido en los conciertos de Kilye o de Madonna".
Joder, qué de tiempo libre tiene la gente para irse de conciertos por las tierras de España, pensé.
Resumiendo:
Es una decisión difícil, pero me veo obligado a decírtelo así, sin miramientos, los mismos que no tuviste con el público que abarrotó el concierto de Madrid. Desde hoy, oficialmente, y sin acto público, abandonas mi estantería de iconos, para bajar a los infiernos. Ahora mismo estoy escribiendo la carta que cesará tu cargo en la citada estantería enla que pone, escuetamente:
Derrochando la voz justa y poniendo en más ocasiones de las debidas el micrófono hacia el público, para que cantasen trocitos de canción, el ambiente iba decayendo por momentos y la gente,en canciones, ya ni se movía. Así que cuando cantó amor y lujo, tres o cuatro antes del final, que fue cuando habló por primera vez, nos mandó callar porque "ella es la artista" (cosa que entiendo, no se vayan a pensar que no tengo sentido del humor, y que entendí que era una borde...), pense... "nena, pues no se nota nada, no has cantado demasiado en toda la noche". Pero botar pedía el estribillo, y ahí empezamos a dar botes todo el palacio de los deportes; para que vea lo fáciles y bobos que somos, con dos palabritas movemos el rabo y nos ponemos muy contentos.
Después de una hora, perdón, estoy mintiendo, 59 minutos de concierto, miré la hora al empezar y terminar, apagan luces, da la charlita sobre su vuelta, y cierra con "Sobreviviré".
"Ahí os quedáis, que yo me lo he llevado muerto" —debió de pensar ella—.
Con la encuesta a pie de calle y comentarios saliendo del palacio de los deportes:
En general, lo más señalado, "concierto muy flojo".
"Yo no vuelvo a venir a un concierto de esta mujer", dijo una de las personas que venía con nosotros, cosa que afirmo yo también.
Y en el KFC en el que terminamos cenando (los empleados toman drogas? porque... joder que experiencia, y no la nuestra, sino la de toda la cola), unos chicos nos dijeron indignados:
"No conecta con el público, ni siquiera lo intenta, no existe lo que ha habido en los conciertos de Kilye o de Madonna".
Joder, qué de tiempo libre tiene la gente para irse de conciertos por las tierras de España, pensé.
Resumiendo:
Es una decisión difícil, pero me veo obligado a decírtelo así, sin miramientos, los mismos que no tuviste con el público que abarrotó el concierto de Madrid. Desde hoy, oficialmente, y sin acto público, abandonas mi estantería de iconos, para bajar a los infiernos. Ahora mismo estoy escribiendo la carta que cesará tu cargo en la citada estantería enla que pone, escuetamente:
Estimada Mónica:
Lo lamentamos, la cagaste hija
Lo lamentamos, la cagaste hija